La contaminación es un problema que sigue sin resolverse. Y la tecnología, especialmente con la obsolescencia programada y la basura electrónica son dos pilares de este problema.
Según el Monitor Mundial de Residuos Electrónicos 2020 de la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU), esta situación se traduce en 50 millones de toneladas de residuos electrónicos anuales en el mundo o el equivalente al peso de 265 ballenas azules. Sin embargo, la basura electrónica, o e-waste (como se conoce en inglés), es un problema que puede resolverse con el reciclaje especializado.
Nicolás Wolovick es profesor de computación en la Universidad de Córdoba e impulsor de Cybercirujas, una plataforma que busca luchar contra la obsolescencia programada y la basura electrónica.